Se ha demostrado que impedir el acceso a un aborto legal NO consigue reducir la cantidad de abortos, y además obliga a las personas a recurrir a abortos inseguros y, por tanto, exponer su salud, su integridad y su vida justificado en estereotipos que promueven la culpa. En 2014, al menos 10% del total de muertes maternas (o 900 muertes) en América Latina y el Caribe se debieron a abortos inseguros.[3]  Por ello, en el marco del 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal,
Seguro y Accesible, Oxfam en Latinoamérica y El Caribe, como organización que se rige bajo principios feministas colocando en el centro de todo lo que hacemos los derechos de las mujeres y la justicia de género y en apego a nuestra política global de salud y derechos sexuales y reproductivos, reconoce que:

• La salud y los derechos sexuales y reproductivos son un conjunto amplio,
  integrado e interdependiente de derechos humanos civiles, políticos, económicos,
  sociales y culturales. Todas las personas tienen el derecho a tomar decisiones
  sobre su propio cuerpo y a acceder a servicios que apoyen a su salud y sus
  derechos sexuales y reproductivos. [4]

• Es deber de los gobiernos garantizar, proteger y salvaguardar la integridad física
  y mental de todas las mujeres y personas con posibilidad de gestar, en el acceso
  a la salud sexual y reproductiva, desde un enfoque interseccional y sin discriminación por su sexo, etnia, estado civil y migratorio, orientación sexual y de género, situación socioeconómica, personas con discapacidad y estado de VIH/SIDA.

• El embarazo no deseado o impuesto, tiene una relación directa con la violencia
  basada en género y la falta de igualdad de derechos, en la cual, las mujeres y las
  personas en posibilidad de gestar más pobres son las más afectadas,
  perpetuando ciclos de violencia, desigualdad e injusticia.

• Son ¨las poblaciones racializadas: negras, afrodescendientes, indígenas y rurales
  las que han tenido que sostener procesos de resistencia ancestral que han suplido
  la ausencia e ineficiencia de políticas públicas que garanticen el acceso de niñas,
  adolescentes, mujeres y personas con posibilidad de gestar a derechos básicos,
  como la justicia y la salud sexual y reproductiva que el Estado debe garantizar¨.[5]

• Toda persona tiene derecho a la salud pública, a poder vivir en libertad y con
  dignidad, con la capacidad de decidir sobre sus proyectos de vida de forma
  autónoma e informada, sin presiones y con necesidades básicas cubiertas, en paz
  y sin discriminación. [6]

• Es urgente que los Estados garanticen la promoción y protección del espacio
  cívico para todas las personas defensoras de derechos humanos, incluyendo las
  que defienden los DSyR, permitiendo el acceso a la información, la libertad de
  asociación y expresión y de participación cívica y pacífica en todas las esferas del
  área pública y política, trabajando equitativamente y en igualdad de derechos con
  todos los sectores, con el fin de construir un presente y futuro más justo, igualitario
  y sostenible para el conjunto de la población.

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Oxfam LAC está comprometida con los derechos sexuales y reproductivos por parte de las mujeres y las personas capacidad de gestar, niñas, y adolescentes que viven en condiciones vulnerables en la región, y por ello se compromete a incidir en la garantía de mejores prácticas sociales con perspectiva de género, políticas públicas e imaginarios sociales que garanticen la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas con posibilidad de gestar.

Así mismo, a apoyar las acciones del movimiento de mujeres y feminista, a los activismos juveniles en toda su diversidad en la defensa y garantía del cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos, en el acceso a la justicia social, de género, económica y climática. Así como los esfuerzos para reducir y erradicar las desigualdades sistémicas que luchan contra la pobreza, la discriminación y el racismo.